Entre placer y estrés hay un vínculo, físicamente hay un eje, hipotálamo-suprarrenal.
Me pongo nerd…
El hipotálamo es una glándula del cerebro que regula las hormonas, todas. Las del placer y las del estrés, y es quien decide, en resumidas cuentas.
El cortisol no es “malo”, es necesario, en su justa medida. ¿Qué pasa cuando está en exceso? Suceden varias desregulaciones para poder sobrevivir, entramos en modo supervivencia. Una de las tareas que puede suprimir el hipotálamo es el ciclo menstrual ovulatorio, y nuestra salud entra en shock.
Podemos evitar el estrés? Con el estilo de vida actual, en mi humilde opinión, no es posible evitarlo, mas sí preparar el cuerpo-territorio para compensar los efectos que pueda causarnos.
Cómo? En mi cuerpo tengo tallados los vestigios de años de estrés, y aunque busco compensar, hay algunos muy profundos en mi piel. Hoy, “no quiero lo que me hace mal”, pues, “una vez consciente no se puede ser indiferente”. Reconocer cuando comienzo a desregularme y qué espacios posibles de placer me puedo dar.
El placer es el antídoto del estrés. Cuando nos damos placer, no sólo sexual, el hipotálamo libera oxitocina, serotonina, dopamina, endorfinas, un shot de hormonas que nos dan alegría, confianza, seguridad, amor, calma, goce… todo lo que necesitamos para crear un cuerpo-territorio fértil, saludable.
Te comparto algunas pequeñas grandes cosas que me ayudan a darme espacios de placer en los momentos de estrés, es ahí cuando más placer necesitamos y más nos cuesta sostenerlo:
• Lo pequeñito es inmenso en estos momentos, 5 min de algo que me gusta hacer: tomar sol, descansar, leer, escuchar música, lo que sea.
• Darme espacios de acompañamiento, donde no soy terapeuta, soy acompañada.
• Entrar en contacto con mi cuerpo, en forma de masaje, caricias, abrazos… Estar en mí con presencia.
• Estar en la naturaleza, dejarme sostener por la tierra, el océano, un árbol o las macetas del balcón.
• Ser compasiva conmigo, no hablarme mal, hablarme con amor.
• Journaling, escribir de forma catártica lo que siento, sin censura.
Cultivar salud desde el placer. El placer no hace daño, no nos hace culpables ni pecadores, nos hace saludables, amables, fuertes.
Y aquí, podría entrar en la política del placer, y por qué la vida actual está diseñada para crearnos más estrés que placer. ¿Quiénes se benefician con eso? El placer es mi revolución. Podría seguir y seguir, quedate cerca porque seguiré compartiendo.
Si sentís que puedo acompañarte a través de Ser Loba, renaSer, o Ser Raíz, escribime y coordinamos una sesión (gratuita) para conocernos y esclarecer dudas.
Con amor, Juliana.